El día amaneció gris,lluvioso,con mucho frio y para colmo había niebla,que más podía pedir?Llegamos pronto y ya se había formado una gran cola para recoger los dorsales.Era mi primera carrera de montaña y tuve la suerte de tener a mi lado a mi cicerone particular,el cual me ha enseñado todo lo que sé de las carreras.
Después de saludar a los amigos e intercambiar opiniones sobre la carrera,nos dirijimos a desayunar para tomar fuerzas.
Y seguidamente partimos hacia La Victoria donde Juanjo conocía un sitio magnifico para hacer las fotos.Mientras subiamos me dí cuenta que cada vez voy a peor con mi forma física,tuve que pedir varias veces que paramos unos segundos para poder tomar aire,eso,me preocupaba,ya que ese camino lo había hecho hace unos años y no recordaba haberme cansado tanto.La niebla nos envolvía,estabamos llegando a un punto que nos era imposible ver a donde nos dirigiamos,asi que decidimos esperar a los corredores en ese lugar,para hacer más amena la espera,mi amigo se dedicó a instruirme en las carreras de montaña y respondía vivamente a toda pregunta o duda que le hacía,y sin darnos cuenta empezaron a aparecer los primeros corredores.
Todos fueron pasando,solos,en parejas,en grupos,animados,desfallecidos,alegres,risueños,tristes,doloridos...
Una vez desaparecida la niebla,la lluvía hizo su entrada,no era abundante,sino un goteo inapreciable,pero que poco a poco nos iba calando,una vez hubo pasado la última corredora,mi nueva amiga "T",decidimos bajar rápidamente hacía la llegada,pero una vez en el pueblo,habían cortado las calles y no pudimos acercarnos a saludar a los corredores.
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