No se puede describir la sensación que tenía al observales,eran como pequeñas hormigas a las que ves moverse sin saber mucho a donde van o de donde vienen,hacen de su entrenamiento su religión,que disfrutan mejorando sus marcas anteriores y se excusan cuando no llegan a mejorarla.
Miran y admiran sus accesorios o el de sus compañeros de correrias,pero en este punto yo ya tenía algo de ventaja,ya sabía hablar de ritmos,que era un Garmin,como preparar una carrera,que tipo de calzado tenían que llevar....
Mientras esperaba en la meta,les imaginaba corriendo,paso a paso,pulsación por pulsación,pensamientos y sentimientos unidos en una sola razón:disfrutar de correr,disfrutar de llegar y levantar los brazos porque lo han conseguido,y que ganaron,sin darse cuenta que delante de ellos llegaron decenas o centenares.
Pero en ese momento,ya me habia picado el gusanillo de esos "locos que corren",y disfrutaba viendoles llegar,agotados,sudorosos,abrazandose a sus mujeres e hijos,felices,felicitando a los que ya habían llegado y esperando a los que aún no lo habían hecho.
Pero a mi ya me había picado el gusanillo de esos "locos que corren",y no paraba de hacer fotografías,aún que no conociera a nadie.
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